domingo, 19 de julio de 2009

Dedos...

Hoy he visto un documental que me ha dejado un poco " pallá". Estudios científicos han revelado determinadas características en las personas, en función de la largura de sus dedos índice y anular. Según su teoría, la largura de estos dedos viene determinada por diferentes niveles hormonales (testosterona y estrógeno) en el útero materno, y el efecto que estas hormonas tienen tanto en el desarrollo cerebral como en la longitud de los dedos. Se parte de la base de que una alta exposición a la testosterona (hormona masculina) define un dedo anular más largo que el índice y, una menor exposición a esta hormona o mayor exposición al estrógeno (hormona femenina), invierte esa relación. Según esta teoría, por lo general, mientras que en los hombres el dedo índice es más largo que el anular, en las mujeres ocurre lo contrario o tienen una longitud similar en ambos dedos.
Además hablaban de que la testosterona" promueve el desarrollo de las áreas del cerebro que están asociadas con las habilidades espaciales y matemáticas, ( vamos, lo del sentido de la orientación y el mapita de toda la vida) así como el estrógeno hace lo mismo en las áreas que están asociadas con la habilidad verbal ( el "don" de persuasión de las mujeres)".
También explicaban que cuánto más corto es un dedo índice con respecto al dedo anular, más agresiva es la persona. Otros estudios señalaron que dedos anulares más largos y manos simétricas, pueden ser considerados signos de fertilidad en los hombres. Mientras que en las mujeres, un dedo índice más largo delata su fecundidad.
Incluso se relacionó un dedo anular más largo con menor riesgo de ataques cardíacos y con la orientación sexual.
Pues nada, ahora a mirarse los dedos.

5 comentarios:

Maybellene dijo...

Pues qué curioso, no tenía ni idea... Yo he leído bastante sobre morfopsicología, grafología... pero pìenso que aunque todo influye, éstas no son ciencias exactas, y supongo que pasrá lo mismo con lo de los dedos...

ulises dijo...

Pues mirándome los dedos como los niños que por primera vez son conscientes de sus extremidades he llegado a la conclusión de que no se si soy hombre o mujer pero de lo que estoy seguro es que parezco tontito observándolos.

Mica dijo...

Maybellene, yo tampoco tenía ni idea, por eso me pareció curioso el documental, ahora de ahí a que me lo crea todo a pies juntillas... yo soy de la teoría de que siempre hay excepciones en todo y que nunca se puede generalizar.
Ulises, yo también parecía tontita midiéndome los dedos.
Besines.

Pecosa dijo...

Tres veces me los he mirado yo (para habernos grabado a todos mientras leíamos tu post...).

Desde luego, cuanto más se sabe del ser humano, más desconocido me parece.

IBE dijo...

Pues yo, mirando, mirando, que me los veo divinamente (que diría nuestra Carmina Ordóñez), muy femenina, muy persuasiva y locuaz y muy mala para las matemáticas...vamos nada nuevo bajo el sol, ja,ja...ah, y los de los piés, en degradé del pulgar al meñique, estilo egipcio fino y oriental, en lugar de rectos como los romanos conquistadores, ja,ja